10/05/2022

10 de mayo - 13ª etapa - Hontanas- Boadilla del Camino.

 Hermosa y variada etapa, en su mayor parte bastante llana, a no ser por... el Alto de Mostelares. No es que sea nada del otro mundo, pero es una pronunciada subida en la que se ascienden 140 metros en poco más de un kilómetro. A parte de este... "pequeño obstáculo", la etapa fue muy llevadera, agradable y tranquila.

HONTANAS - BOADILLA DEL CAMINO


Cómo cada día, me encanta disfrutar de los primeros rayos del sol.

A primera hora de la mañana (como siempre a las cinco ya hay gente saliendo del albergue, aunque sea noche cerrada todavía y no se vea nada en el exterior), me desperezo un poco y en marcha.

Es una etapa que, cómo muchas otras, me permite caminar dejando volar mi mente, entre verdes campos de cereal. Por cómoda pista los primeros cuatro kilómetros, luego por el borde de la carretera hasta Castrojeriz, pasando por las ruinas del antiguo Convento de San Antón.

Un primer tramo por caminos muy tranquilos.

El antiguo Convento Templario de San Antón.
A pesar de estar en estado ruinoso, aún se puede apreciar que
en su tiempo de esplendor tuvo que ser un edificio magnífico.

El primer pueblo cómo tal está a ocho kilómetros de Hontanas. Es Castrojeriz. Veo que muchos peregrinos siguen por la carretera, sin adentrarse en el casco antiguo, cosa que considero un error. En la parte antigua hay calles, ermitas y plazas que vale la pena visitar. Yo empiezo por la magnífica Colegiata de Nuestra Señora del Manzano. 

Colegiata de Nuestra Señora del Manzano.

Sigo por la Calle Real de Oriente y me adentro en el casco antiguo. Arquitectura tradicional con muchas casas blasonadas, La Iglesia de Santo Domingo, Plaza de los Fueros, Iglesia de San Juan... son muchos los rincones y edificios que destacan en esta preciosa población.

Iglesia de Santo Domingo.

Y toca seguir... sin saber que a los pocos metros tenía por delante una sorpresa monumental, el Alto de Mostelares. Al llegar al río Odra, que se cruza por una pasarela, veo que el camino empieza a ascender fuertemente hasta llegar a un collado, el Alto de Mostelares. ¡Qué pasada! Un poco más y tengo que subir a cuatro patas. Lo que me sorprende es que los ciclistas puedan subir por aquí montados en la bici! Eso sí, que tiene mérito... 

La subida es potente...

Pero poco a poco se va subiendo. En pocos momentos empiezo a tener unas vistas de vértigo. y en cuanto llego a arriba, el premio es mayúsculo. vistas 360º que me hacen sentir cómo si estuviera en la cima del mundo.

Estoy en la cima. Al fondo, a la derecha, Castrojeriz.

Un merecido descanso en la cima para reponer fuerzas y toca el descenso, por el otro lado. Y si el ascenso fue duro, el descenso... ¡Tela marinera! Para empezar, el camino de subida era pista de tierra. La bajada es pista de asfalto, cubierta de arena y pequeñas piedras, con lo que al más mínimo descuido, resbalón y a bajar arrastrando el culo o rodando hasta la plana...

Visto así no parece tan malo, pero reto a quién lo haya hecho o
 se atreva a recorrerlo me diga qué le parece...

Bueno, reto superado. Una vez a bajo toca recorrer un buen tramo en plano, de nuevo entre inmensos campos de diferentes colores; el verde del cereal. amarillo de colza, o el color ocre de los campos recién labrados... Cruzo el río Pisuerga, con lo que paso de Burgos a Palencia y ya tengo más de media etapa recorrida. Antes de cruzar el Pisuerga por el Puente Fitero o de la Mula, está el antiguo Hospital de Peregrinos San Nicolás de Puentefitero.
Siempre procuro darle un poco de caña a primera hora, avanzar al máximo antes de mediodía, para no tener que correr con el calor o llegar tan tarde que no me dé tiempo de visitar el pueblo en el que me alojo. Por lo tanto, a seguir, por Itero de la Vega, bordeando y cruzando el Canal de Riego del Pisuerga, y entrando por fin a Boadilla del Camino.
Busco el albergue, que está junto a la Iglesia de Nuestra señora de la Asunción y el Rollo Gótico. Es el Albergue "En El Camino". Una maravilla, por el trato, las instalaciones y el magnífico jardín. Si lo queréis examinar, clic en este enlace:

Este es uno de los pocos albergues que en su jardín disponen de piscina, y os aseguro que si no fuese por que el agua estaba fría (mejor helada)... ganas no faltaban...

Mientras me preparo para salir a dar una vuelta, entro en conversación con Santi. un auténtico peregrino, puesto que está haciendo el Camino por su hija, enferma de cáncer. Me confiesa que, ya que su hija no tiene fuerzas para caminar y llegar a Santiago, él lo va haciendo por ella, a tramos, por etapas. Y su idea es llegar a Santiago el próximo año, el día que ella acabe el tratamiento para intentar superar el cáncer, para pedirle al Santo Apóstol la recuperación de su hija. Me estremece pensar en el sentimiento de desesperación de este hombre, en su fe, en su esperanza. No puedo negarle un abrazo y, aunque yo no soy muy creyente, recuerdo lo sucedido ayer en aquella ermita y la medalla que me regaló la monja. Me salió del alma. No pude evitarlo y se la regalé para su hija.

Salí a dar una vuelta por el pueblo, entré en la iglesia, unas cuantas fotos, y a cenar. Hoy me permito cenar de menú, generoso y asequible.

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