Hace cinco meses que finalicé mi Camino de Santiago Francés, y ya es momento de hacer un poco de balance de lo que ha sido el Camino de Santiago para mí.
|
Estos paisajes no me dejaron indiferente. |
Algunos de vosotros tal vez pensareis que ya era hora que me manifestara y ofreciera mis impresiones, sensaciones y conclusiones. Pero os aseguro que, en los primeros días, ninguno de mis argumentos, interpretaciones y análisis de todo lo vivido serían justos y objetivos.
|
Algunos monumentos imprescindibles de visitar, como Santa María de Eunate |
Las primeras semanas tuve la sensación de seguir viviendo el Camino, como si tuviera que seguir caminando por la mañana al despertar. Una tremenda añoranza se apoderó de mí. Añoranza de todo: los paisajes, los monumentos, los albergues y los hospitaleros, y sobre todo, la gente. los muchos peregrinos con los que coincidía, caminando a lo largo de los diferentes tramos de camino, y en muchos finales de etapa, y que a lo largo de tantos días, pasan a formar parte de un estrecho círculo de amistades que, seguro, seguirán así para siempre.
|
Albergues tan emblemáticos y con tanta historia en sus cimientos, como Ave Fénix, en Vilafranca del Bierzo. |
Éstos fueron días en que sólo vi lo positivo de todo el Camino. Días de una embriagadora sensación de bienestar y felicidad que no me permitía ser imparcial. Era incapaz de encontrar, ni siquiera detectar, las situaciones, momentos o impresiones que en algunos momentos incluso me hicieron dudar de mí misma, de si sería capaz de finalizar tamaña aventura sin perecer en el intento.
|
Una de las primeras dudas que se me plantearon: ¿resistirá mi espalda el continuado peso de la mochila, día tras día, y por más de treinta días?
|
Ahora, la perspectiva que tengo cinco meses después de regresar a casa, es mucha más objetiva, neutra e imparcial. Por ello creo que me encuentro en el mejor momento para ofreceros mis impresiones, sensaciones y, ¿por qué no? algunos consejos, todo fruto de mi propia experiencia.
Ahora puedo afirmar que, sin lugar a dudas, fue una experiencia maravillosa, de la que obtuve un gran aprendizaje y un profundo cambio interior. Creo que todos aquellos que hayáis realizado cualquiera de los Caminos de Santiago, me entenderéis y comprenderéis lo que intento explicar.
|
Entender y aceptar que he sido capaz de superar un reto cómo este me ha llenado de satisfacción. |
Dejando un poco de lado los maravillosos paisajes, grandes monumentos y entrañables amistades ( que no es que no sean importantes, ya hablaré sobre ello), me centraré en la parte más educativa, constructiva o formativa, aquella que removió mis pensamientos y manera de ser y pensar hasta los cimientos, hasta hacerme ver y afrontar la vida, las personas y las situaciones, de una manera muy diferente.
|
Los caminos te traen conocimiento y te llevan a descubrir tu interior. |
El Camino es un sucesivo aprendizaje, día tras día.
Aprendí a resolver pequeños problemas y solucionar algunas dudas por mí sola. A pesar de llevarlo todo más o menos programado y supuestamente bajo control, siempre hubo sorpresas.
Aprendí qué hacer al llegar a un final de etapa y no encontrar sitio en el albergue que tenía pensado, y cómo me tuve que espabilar para hacer reservas sobre la marcha.
|
Aprendí a caminar con calma, admirando todo lo que se me cruzaba en mi camino. |
O qué hacer con una incipiente ampolla, que ni siquiera llegó a tal al saber cómo curarla y evitar que el mal fuera mayor y que me salieran de nuevas.
O... también debí aprender a gestionar mis etapas, alargándolas o recortándolas según mis necesidades.
Incluso cómo reajustar lo que me quedaba de Camino después de pasar un día entero en un albergue, colaborando con los hospitaleros, de voluntaria, para llegar a Santiago en el día previsto.
|
Un día colaborando con Jesús Jato y los hospitaleros de Ave Fénix.
|
Hice el Camino Francés en solitario, desde Roncesvalles hasta Fisterra, pero lo primero que aprendí es que nunca estás solo.
A lo largo del Camino de Santiago (de cualquiera de ellos), encontrarás gente maravillosa, siempre dispuesta a echarte una mano. Lo noté desde el primer momento. Y me vi ayudando a los demás de igual forma, casi sin darme cuenta.
¿Y qué aprendí? o ¿En qué me cambió?
|
Sólo yo, debo decidir qué camino seguir. |
En general, cambié mi forma de ver y valorar a la gente.
Respeto más a la gente por lo que son, lo que hacen y cómo lo hacen, y en general cómo se comportan conmigo y con los demás, que por lo que tienen.
Valoro más la sinceridad que las mentiras piadosas.
Estimo a las personas por lo que aportan, lo que suman, y no por lo que restan.
Aprecio la humildad, la sencillez, la naturalidad y no tolero la ostentación, la pompa, el boato y la exhibición.
Y he aprendido algunas cosas muy importantes en esta vida.
-Cuando algo no me gusta, digo NO.
-Cuando no estoy a gusto en algún lugar, o no voy, o me marcho.
-Cuando alguien no me aporta nada, me alejo.
-Sólo yo tengo la potestad de decidir de qué manera, cómo, cuando y donde vivir mi vida.
Pero no todo es negativo.
-Cuando algo me gusta, voy a por ello.
-Cuando estoy a gusto con alguien o en algún lugar, alargo la velada.
-Cuando alguien me da paz y enriquece mi corazón y mi espíritu, me quedo a su lado.
|
He aprendido a elegir, y a procurar quedarme con lo mejor |
Ahora que ya han pasado mas de cinco meses, otra pregunta planea sobre mi cabeza: ¿Y ahora, qué? ¿Realmente ya se ha acabado todo? Pues... No.
Al igual que en la vida, cuando un camino llega a su fin, otros empiezan...
Las experiencias que aportan benestar i deixan petjada a l'ànima , quedan en el pensament de tornar a gaudir i sentir el llarg Camí als teus peus , si la vida es un viatge, no ta turis,continua viatjant.
ResponderEliminarMoltes gracies, Salva.La vida no es un únic camí que estiguem obligats a seguir. Si ens agrada per on anem,continuem, però si aquest s'acaba o no es de la nostra satisfacció, sempre el podem cambiar i començar-ne un altre.
Eliminar