¿QUÉ METO EN EL BOTIQUÍN?

El botiquín es un elemento que no puede faltar en ninguna mochila, no sólo en el Camino de Santiago, sino en todas nuestras salidas al monte.

Pequeño y con sólo lo imprescindible.

En el botiquín que vayas a preparar para el Camino de Santiago no necesitas llevar grandes cantidades de medicamentos ni de material de curas. En los albergues disponen de botiquín para hacerte alguna cura a tu  llegada, y en casi todos los pueblos hay farmacias para reponer lo que se te pueda acabar o pedir una cura un poco más profunda por un profesional. 

Te recomiendo un botiquín pequeño, que no ocupe espacio y no pese. En su interior: 

-Desinfectante tipo betadine, el más pequeño. 

-Aguja e hilo, para curar ampollas. 

-Gasas esterilizadas, un par o tres de sobres. 

-Esparadrapo de tela.

-Tiritas, pero de tela y de las que se pueden cortar a medida. Nada de Compeed. Prefiero no entrar en discusiones sobre la efectividad o efectos negativos de este producto. Al menos de momento...

-Una venda elástica adhesiva.

-Unas tijeras muy pequeñas, a poder ser plegables. 

-Una crema antiinflamatoria para contracturas y dolores musculares. 

-Algún medicamento tipo antitérmicos y/o antiinflamatorios, antihistamínicos para picaduras de insectos, antidiarreicos...

Con eso podrás hacer una cura de emergencia y te permitirá llegar al próximo pueblo, farmacia o albergue. Yo no necesité nada más. Caminé 36 días seguidos, me curé un par diminutas ampollas y un par de pequeñas rozaduras en los dedos de los pies y no necesité nada más que lo que os he dicho.

Tus medicamentos personales, los que tengas que tomar a diario, y algún antiinflamatorio o calmante, aconsejo llevarlos más a mano. Yo los llevaba en el neceser, puesto que así, por la mañana no tenía que hurgar tanto en mi mochila. Y en el neceser también llevaba la vaselina para aplicar en mis pies por la mañana.

Procura eliminar todos los elementos que no sean imprescindibles, como las cajas de cartón de cada medicamento. Y trata de encontrar los productos en los envases más pequeños, o llevar sólo parte de su contenido: un par de blísteres de las pastillas, un par o tres de sobres de gasas, el envase más pequeño de desinfectante... en fin, que cuando peses la mochila y compruebes que "t'has pasao" y tengas que reducir peso, estos pequeños consejos te pueden ayudar. Recuerda que en el Camino de Santiago, cada gramo cuenta...

¿Buen Camino!

¡Ultreia et Suseia!