04/05/2022

4 de mayo - 7ª etapa - Logroño - Nájera

 De nuevo tengo por delante una etapa bastante larga. 29 kilómetros, que tras los casi 28 que hice ayer ya empiezan a hacerse notar. Por lo tanto toca madrugar, más que nada para no llegar a las tantas y tener tiempo de visitar Nájera.

Toda la información de la ruta, aquí, en este enlace.

LOGROÑO - NÁJERA


Hay que levantarse antes que el sol,
y salir antes que éste asome la nariz.

La salida de Logroño es un poco confusa, larga y tediosa, tengo que atravesar toda la ciudad, puesto que estaba alojada justo a la entrada. Hay un par de puntos, sobre todo al final de un gran parque, en que un par de señales más no hubieran ido del todo mal. Tuve que recurrir a otro truco... ¡preguntar a un lugareño! 
Pero en cuanto empiezo a caminar por campo abierto, la cosa cambia. 
Llego al Embalse de la Grajera, un precioso espacio natural que es un verdadero oasis para la vida de animales y plantas.

Embalse de la Grajera.

Una cosa que nos sorprende a todos los peregrinos es, en una zona habilitada para pic-nic, con mesas y bancos de madera, empiezan a salir ardillas de todas partes y a acercarse a todos nosotros pidiendo comida. Si les damos algo de frutos secos o un poco de pan, comen de nuestras manos. ¡Sencillamente maravilloso!
¡Están por todas partes!

Poco después del embalse encuentro otro de los muchos puntos emblemáticos del Camino: el puesto de Marcelino Lobato Castrillo, todo un personaje... me paro unos minutos y me cuenta unas historias que... bueno, creo que se le va un poco la olla... sobre todo cuando me cuenta un encuentro con Dalí, que le albergó en su casa, que él, Marcelino, era alérgico a los sapos, i que Dalí tenía sapos como mascotas... me costó despedirme de él... le compré una pulsera, y me alejé, pensando en todas aquellas historias rocambolescas y sonriendo por la idea y la inventiva de este señor. Vale mucho la pena (recomiendo hacerlo) parar unos minutos y hablar con él.
Marcelino Lobato en su puesto.

El Camino bordea el embalse, pasa por una zona de campos de cultivo y va en paralelo con la autovía un rato, y sigo avanzando, hasta Navarrete.
En Navarrete una breve pausa para ver un poco el casco antiguo y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

La iglesia de la Asunción, en Navarrete.

A la salida de Navarrete está el cementerio, con fantásticas esculturas.
De Navarrete a Nájera bastante trozo en paralelo con la autovía., hasta llegar al Alto de San Antón, desde el que ya se percibe la situación de Nájera. El camino se empieza a hacer largo. Por suerte, los 9 kilómetros que me faltan los haré en bajada...
Hoy sí, que llevo reserva para esta noche. La verdad es que me pone de los nervios ir con la incertidumbre de si encontraré sitio para dormir en el albergue municipal (o en alguno privado pero asequible) y ayer por la tarde ya me ocupé de llamar.
¿Problemas? Los que queráis... en el municipal ya no quedaba espacio... tuve que recurrir a los privados. Un par de ellos, baratitos, a tope. En el último tuve suerte y encontré sitio. Por suerte, por que era ya el último de mi lista de albergues a buen precio. Me hubiera tocado retocar la etapa y buscar algo antes o después...
Esta tarde tomo la decisión de reservar un par de días antes de llegar a cada etapa. Incluso hago dos o tres reservas para el mismo día en sitios diferentes, por si no llego a final de etapa. Me fastidia mucho que el tema falta de camas pueda condicionar mi recorrido. Pero así están las cosas.  Sitio hay, no faltan camas en los albergues, pero sólo hay un par o tres en cada final de etapa, que sean asequibles y a buen precio. Hay alojamientos que se pasan un montón... 
Me alojo en un albergue que está ya al salir del pueblo, muy cerca del Monasterio de Santa María la Real: Albergue Las Peñas. Y debo decir que un diez de albergue, por el trato de unas personas excelentes, y por la limpieza y estado de todas las instalaciones. Repito, ¡Un diez! Toda la información en este enlace.


Cómo cada día, tras las tareas habituales en el albergue, una visita por los puntos más interesantes de Nájera, entre ellos el Monasterio de Santa María la Real, con su fantástico claustro.

Fantástico, el claustro de Santa María la Real.

Hoy estoy un poco cansada. Siete etapas, más de 160 kilómetros andados ya, y con un repunte de añoranza en mi corazón... Si... el hecho de que aún falten tantas etapas, tantos días... las dudas de si mis doloridos pies aguantarán hasta el final... pero el Camino es superación. Es un gran reto, para mí, tal vez el mayor de mi vida, y sé que soy capaz de superarlo, pero no es fácil.
Me queda el comodín de la llamada... si... esa llamada que cada día es capaz de hacerme resurgir de mis cenizas... 😉



2 comentarios:

  1. Que cada dia sume lo positivo y experiencias del Camino 🎒👍

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    1. Clara15/8/22

      Cierto. La experiencia de cada día me hace ver todo con mayor optimismo...

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