¡No, en absoluto! Tiene sus riesgos en cuanto a posibles caídas, golpes, enfermedades, golpes de calor, efectos del frío... pero esos mismos riesgos están presentes lo mismo si haces el Camino solo, acompañado o en grupo.
Vale, vale... seguramente te referirás a otro tipo de peligros. Peligros como un asalto con robo en mitad del Camino, robo de tus cosas de valor en los albergues, acosos, engaños, y todo lo que te pueda pasar por la cabeza. Bien, yo acabo de pasar 36 días caminando "en solitario" y no me he sentido en peligro en ningún momento.
Y aquí sí voy a puntualizar un par de cosas.
Primero. Aunque hagas el Camino de Santiago en solitario, nunca vas a estar solo, a no ser que quieras estarlo. Y a veces incluso tendrás problemas para estar sólo aun queriendo...
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Pocas veces caminarás en solitario. |
Aunque también hay etapas en las que podrás hacer kilómetros y kilómetros en solitario. |
Segundo: Te aseguro que es mucho más peligroso pasear por ciertos barrios de algunas ciudades i/o poblaciones a las doce del medio día, que alojarte en un albergue con más de cien peregrinos o caminar por caminos más o menos solitarios en los que sólo vas a encontrar lugareños y gente que hace lo mismo que tú: peregrinar a Santiago.
En los albergues, bares y restaurantes, en los pueblos por los que vayas pasando y en todo el recorrido del Camino, vas a estar caminando o acompañado de otros peregrinos y peregrinas. Y te puedo asegurar que desde el primer día harás amigos con los que te irás saludando muy a menudo. Además, hospitaleros y voluntarios de los albergues, lugareños, trabajadores de restauración... todas estas personas te asesorarán y te ayudarán de todo corazón en lo que necesites.
Claro que, también deberás utilizar la cabeza y el sentido común.
- Aunque te he dicho que los albergues son seguros, te aconsejo que no tientes la suerte. No sería la primera vez que se cuela alguien de fuera y "se volatilizan" algunas cosas... Muy importante que un complemento de tu equipaje sea una buena riñonera, y en esta riñonera debes llevar, siempre, lo de más valor: cartera con dinero y tarjetas, documentación y todo lo consideres de valor y quepa en ella. La riñonera siempre encima, contigo, y por la noche debajo de la almohada.
-Evidentemente puedes llevar una buena cámara, de esas tan grandes y con ese cacho objetivo que hace que todos se den la vuelta.
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¿Hace falta llevar algo tan grande? |
Pero... te aseguro que no es ni práctico ni cómodo, y tal vez alguien se "enamore" de ella. A lo largo del Camino, entrarás a desayunar o a comer en bares y restaurantes, visitarás monumentos, iglesias y museos... y hay cacos que tienen diversos másters en cómo distraerte y llevarse la cámara. Mucho cuidado con eso. Cuando pares para descansar o comer, nunca la dejes sola encima de la mesa, encima de la mochila o colgada de la silla. Tus ojos sobre ella en todo momento y ten la precaución de llevarla colgada del cuello si vas al baño, a la barra, o a la máquina de café. Además, es peso!!
Pero si pese a todo te empeñas en llevar una cámara, procura que sea chiquitita y discretita, que no llame mucho la atención.
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Tal vez algo más pequeño, como esta, sea lo ideal... |
Y sepárate de ella lo menos posible. Si no puedes evitar perderla de vista al dormir o al ir a ducharte, métela dentro de la mochila y entiérrala con la ropa y todo lo demás. Luego cierra muy bien la mochila y métela bajo la litera, si puedes, o pregunta si hay taquillas con llave en el albergue, que ahora són muchos los que ofrecen este servicio.
-Lo mismo debes aplicar si llevas cualquier tipo de tablet o portátil.
Habrá gente que piense: a ver...¿Qué peregrino lleva encima una cámara con objetivo que pese más de un kilo y ocupe más de media mochila? ¿O una tablet de esas de super enormes, o incluso pequeños ordenadores portátiles? Pues... ¡lo he visto! Supongo que documentan el Camino para luego publicar en alguna revista, escribir algún libro, o para trabajar online con el ordenador. En mi camino he visto de todo, y cómo he comentado en otras ocasiones, respeto a todos y todas las formas de hacer el Camino. Pero sigo insistiendo... ¡mucho ojo! No te separes de las cosas de más valor y actúa con sentido común y humildad. No alardees nunca de tus posesiones.
-Otra cosa a tener en cuenta: pocas veces irás sólo a lo largo del Camino, pero en esos momentos en que vayas en soledad, procura reforzar tu atención y no perder de vista las flechas amarillas. No te salgas del Camino para coger atajos no marcados o similar. Desconfía de posibles embaucadores que te quieran invitar a... ¡lo que sea! En fin, que en el Camino de Santiago, debes procurar por tu seguridad y tu integridad física igual que lo haces cuando vas a pasear por tu pueblo, o a trabajar. No hace falta volverse paranoico...
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