Etapa larga, casi 29 kilómetros, pero muy agradable y fácil de caminar. El camino no es del todo llano, las suaves ondulaciones se suceden una detrás de otra, para salvar los numerosos ríos y arroyuelos de la zona, descendiendo y volviendo a ascender a pequeñas pedanías, a veces con sólo un par de casas. Grandes bosques de de robles de gran tamaño y eucaliptos.
Bosques extraordinarios. |
Poco después de salir de Palas de Rei en San Xiao do Camiño puedo admirar la belleza de la pequeña iglesia de San Xulián.
San Xulián |
Hoy he salido del albergue bastante tempranito. Con las primeras luces del día, a buen paso, y sin detenerme hasta pasados cinco o seis kilómetros de Palas de Rei. Mi objetivo era ir un poco por delante del grueso de peregrinos que convierten los caminos en auténticos ríos de gente y ocupan casi al completo las calles y zonas de interés de los pueblos por los que debía pasar, y esto ha supuesto poder hacer lo que yo denomino "fotos limpias", fotos sin gente. No tengo nada en contra de la gente, pero soy un poco maniática en cuanto a las fotos...
Leboreiro, iglesia de Santa María |
He podido disfrutar de preciosos paisajes, pueblos, iglesias y de la compañía de Fernando, pero sólo hasta Melide. Fernando es de los que salen a primera hora, ponen la directa, y no paran para nada hasta llegar al final de la etapa. Y yo soy de las que se cogen el Camino con toda la calma del mundo. Paro a hacer fotos, a mirar y admirar edificios y/o construcciones, a hablar con la gente.... pero hoy, Fernando ha aflojado el ritmo, y yo lo he forzado un poco. ¿Por qué? Ni idea. Supongo que nos venía bien a los dos. Íbamos por delante del grueso de los peregrinos, que no salen tan temprano y van más lentos, y a pesar de intentar ir un poco más rápida que de costumbre, pude hacer fotos y disfrutar del paisaje.
Precioso puente románico, a la salida de Leboreiro. (Sin gente...difícil, pero con paciencia se consigue) |
Melide está justo a la mitad de la etapa de hoy, y Melide es sinónimo de Pulpo. Pasar por esta población y no parar a comer, ni que sea una tapita de pulpo, es casi un delito. Pero cuando yo llego a Melide son sólo las diez de la mañana, y cómo ya paramos a comer en la pulpería Ezequiel cuando pasé en mi anterior Camino con Trotacamins, pues decido no parar y seguir adelante. Y no he hecho mal. Recuerdo que cuando paramos aquí a comer, a la hora de volver a seguir con el camino no podíamos con nuestras panzas. Y teníamos once kilómetros por delante que se nos hicieron eternos, puesto que nos quedamos en Ribadiso. Pues yo hoy tengo catorce kilómetros, para llegar a Arzua, tres kilómetros más, y el calor ya es potente...
Puente sobre el río Furelos, a dos kilómetros del centro de Melide. |
Me faltan catorce kilómetros para acabar la etapa de hoy. Rebasar la mitad de la etapa a las diez significa que voy bastante bien, aunque a partir de ahora es cuando más me cuesta, sobre todo los últimos dos o tres kilómetros, puesto que el calor aprieta y el cansancio pesa, y mucho.
Creo que esta segunda mitad de etapa ha sido la más vistosa. Dos kilómetros después de Melide tengo dos opciones, seguir el Camino oficial o tomar una variante. Veo a bastante gente discutiendo cual de ellos es mejor, aunque yo lo tengo muy claro: El camino oficial, que según informa un cartel, pasa por un entorno de agua, bosque y gran vegetación.
Rincones de gran belleza. |
Otra zona que sorprende por su encanto es el precioso valle del río Iso, y es que Ribadiso, literalmente significa "riba del río Iso".
Ribadiso de Abaixo, un pequeño paraíso. |
Me faltan sólo tres miserables kilómetros y es poco más de la una del mediodía, por lo quea las dos y media tendría que estar ya en el albergue de Arzua. Pero...
Para empezar tenemos Ribadiso de Abaixo, Ribadiso de En Medio y rematado todo por Ribadiso de Arriba o de Carretera, y todo ello con un descenso a la riba del río Iso y un buen ascenso hasta la carretera que, en un par de kilómetros más, nos lleva a Arzua. Lo mejor de todo, el paisaje. Es una maravilla.
Bucólico, ¿No? |
Estos dos últimos kilómetros se hacen laaaargos... pero al final de una subida, allí está Arzua. Y el albergue de Camino. Toda la información de este albergue en este enlace:
Cómo cada día, tras inscribirme, ducharme y relajarme un poco, salgo a dar una vuelta por el pueblo. Y... ¿Qué había un poco más allá del albergue? ¡Una pulpería! A media tarde, una buena tapa de pulpo con una cerveza bien fría, no tiene precio.
Relajada en una terraza, lo mejor de la etapa de hoy. |
Cada dia el Camino se convierte en un ritual, desde que te levantas , y estás a nada de que todo quede en buenos recuerdos.
ResponderEliminarY estos buenos recuerdos van a pervivir para siempre.
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